Este destino turístico a solo unos cuantos minutos de San Salvador, es el escape perfecto para conectar inmediatamente con la naturaleza. Además de ser considerado parte de las principales reservas ecológicas de El Salvador, posee 44 manzanas de extensión llenas de vegetación que genera un clima perfecto para respirar aire fresco, apreciar la flora y fauna; así como también, disfrutar de un buen café, comer una deliciosa pupusa o realizar una linda caminata en compañía de alguien dentro de sus instalaciones.
Mientras descubres el sinfín de actividades que se realizan en el parque, el encanto de los detalles precolombinos plasmados en los monumentos de la diosa de la lluvia, dios del hechizo y dios del fuego, provocan explorar aún más.